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domingo, 18 de diciembre de 2011

estugiante de derecho

Un joven estudiante de Derecho, habiendo suspendido el examen final, interpela a su severo catedrático - célebre por su aguda mente jurídica - y le pregunta:

- “Profesor, ¿entiende Ud. realmente todo lo referente a su asignatura?”

- ”Creo que sí: de otro modo no sería catedrático ¿no le parece?”

- "Muy bien. Entonces me gustaría formularle una pregunta.
Si puede darme la respuesta correcta, aceptaré gustosamente su suspenso.
De lo contrario, tendrá que darme Matrícula de Honor...”
- ¿Cuál es su pregunta?

- "Muy sencillo: ¿Qué es?

* LEGAL pero no LÓGICO

* LÓGICO, pero no LEGAL;

* Y ni LÓGICO ni LEGAL?"




Por mucho que el profesor se estruja su célebre mente jurídica, no consigue dar con la respuesta acertada.
Así que se da por vencido, y cambia el suspenso por una matrícula.

Durante el resto del día, el profesor sigue devanándose los sesos con la maldita pregunta.
Al día siguiente convoca a los estudiantes más brillantes de su clase, y les anuncia que tiene una pregunta muy difícil:

- “¿Qué es LEGAL pero no LÓGICO, LÓGICO pero no LEGAL, y ni LÓGICO ni LEGAL?”

Para su sorpresa y vergüenza, todos los estudiantes alzan la mano.


- “Está bien!” dice el profesor, pidiendo la respuesta a su estudiante favorito.


- “ ¡Es muy fácil, profesor!:


* “Ud. tiene 70 años y está casado con una mujer de 25, lo cual es LEGAL, pero no LÓGICO.

* Su mujer tiene un amante de 22 años, lo cual es LÓGICO, pero no LEGAL.



* Y el amante de su mujer ha suspendido el examen y Ud. le acaba de dar Matrícula de Honor, lo cual no es ni LÓGICO ni LEGAL...

lunes, 5 de diciembre de 2011

el hombre y el urologo

Una persona de 50 años que el pobre sufrió un terrible accidente que le provocó, entre otras cosas , la pérdida de su pene, muy preocupado el pobre al cabo del tiempo fue a visitar a su urologo:

Cuando visitó al urólogo, desanimado y errático, fue rápidamente reconfortado:

"Tranquilo, no se preocupe ahora la ciencia combinada con la técnica, pueden solucionar cualquier problema".
Le entregó un muestrario en el que había un pene pequeño a 1.500 ¤; uno mediano a 3.500 ¤ y uno grande a 6.000 ¤.

El hombre desechó el pequeño y dudaba entre el mediano y el grande.
Mientras pensaba, el facultativo le dijo que sería conveniente que lo consultara con su esposa.
Le pareció un buen consejo y llamó a su esposa para explicarle las opciones.

El médico, al regresar al consultorio, encontró al hombre mirando hacia el vacío con una mirada triste.

"Y bien amigo, ¿qué le dijo su esposa?"

"Dice que, para lo poco que lo usamos... prefiere que reformemos la cocina".