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viernes, 25 de noviembre de 2011

el infierno

Llegan tres hombres al infierno: un americano, un hindú y un español.
El diablo les dice:
-Les daré una oportunidad de ir al cielo. Aquel que aguante tres latigazos míos se podrá ir. Antes de los latigazos podrán ponerse lo que quieran en la espalda.
!A ver si los aguantan!
Los hombres aceptan.
Primero el americano: Coge una enorme piedra y el diablo, al primer latigazo, la rompe.
El americano grita desesperado:
- !Vale! !Vale! !Me quedo!
Después le toca al hindú, que se arrodilla sin ponerse nada.
Dice el diablo asombrado:
- ¡Este sí que tiene dos c… narices! ?No te vas a poner nada en la espalda?
- !Sólo necesito meditación!
- Bueno, como quieras.
Da el primer latigazo y el hindú sólo gime un poco, el segundo latigazo y el hindú tranquilo, luego el tercer latigazo y el hindú fresco como una lechuga.
Entonces dice el diablo:
- Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
- Sí… dice el hindú… pero antes quiero ver al español, que siempre termina ganando en los chistes.
- Quiero ver con que mariconada sale…
El español se arrodilla y tampoco se pone nada, a lo que dice el diablo:
- ¿Tú tampoco te pones nada en la espalda?
- ¿Puedo ponerme lo que yo quiera?
- !Lo que quieras!
- A ver, hindú, ven aquí y ponte a mi espalda!

jueves, 10 de noviembre de 2011

señora malumorada

Una señora desagradable, fea, ácida, con mala
hostia, antipatica, gruñona y cara rencorosa, entra en una tienda con
sus dos niños.

Les grita a los niños, les insulta, les regaña, les estruja y
les da tirones sin parar.
El encargado de la tienda se dirige amablemente
a ella y le dice:
- ¡Buenos días señora, bienvenida a nuestra
tienda! Tiene usted dos hermosos niños, ¿son
gemelos?

La malvada señora deja un momento de gritar y
con una mirada entre muy agria y burlona responde al
encargado:
- Por supuesto que no. El mayor tiene 9 años y el
otro 7. ¿De dónde se ha sacado usted que
podrían ser gemelos? ¿Es usted ciego, gili o
estúpido?

A lo que el encargado responde:
- No señora, no soy ciego, ni gili y tampoco estúpido.
.. ¡simplemente no puedo creer que a usted se la
hayan zepillado dos veces!